miércoles, 1 de mayo de 2013


Cultura Pastaza.
Lo que hoy constituye la provincia de Pastaza, en el tiempo de la Conquista (s. XV-XVI), era la más densamente poblada por grupos indígenas en toda la región amazónica, que se extendía hasta lo que hoy es Perú. En Pastaza se identificaban 17 grupos indígenas  como los Oaquis o Dehuacas, en el río Curaray; Semigaes, en el mismo río; Andoas, en los ríos Pastaza, Bobonza y tributarios; Coronados o Ipiapitzas, en el Pastaza, Bobonza y tributarios; Pendays en el Pastaza, Bobonza y tributarios; Romaynas, en el Pastaza, Bobonza y tributarios; Muratos, en el Pastaza y Bobonza; Shuar , en el Pastaza; Gayes, Siviaris o Auca, en el Tigre y afluentes; achuaras en el Pastaza y Záparos, en el Pastaza, Bobonaza y Conambo, que sumaban cerca de 150 mil habitantes hasta el año 1608.
La disminución demográfica contribuyó también la huida selva adentro a zonas de refugio, lo que dio lugar a un proceso de etnogénesis, mediante el cual se formaron nuevas identidades étnicas, como el caso de los Quichuas de Canelos, que se constituyeron en base a la unión de grupos indígenas tanto amazónicos como serranos (procedentes del ex incario).
En el siglo XVII, ante el fracaso de las encomiendas por disminución de la población indígena, y sus constantes sublevaciones, los encomenderos españoles se retiraron, dejando paso a las órdenes religiosas, especialmente Jesuitas y Dominicos, que quedaron encargados de administrar la zona, que permaneció durante casi dos siglos prácticamente asilada del resto del país.
Desde los primeros años del siglo XX empieza la colonización de la región, que junto a lo anterior va configurando el escenario actual de distribución de los pueblos indígenas de la Amazonía, destacándose Pastaza.
Actualmente, la provincia de Pastaza es la única del país que se privilegia de contar con 7 etnias, legalmente reconocidas, que conservan rasgos peculiares de sus culturas: los quichuas, achuaras, shuaras, huaoranis, Záparas (Premio Mundial de la UNESCO) Shiwiar, y Anduas.

Cultura Machalilla 



Esta cultura fue descubierta por Emilio Estrada en 1958, quién la interpretó como una etapa de transmisión entre Valdivia y Chorrera. Se acentuaron en la actual provincia de Manabí y mantuvieron relaciones estrechas con culturas de la región Interandina y posiblemente el Oriente. Los Machalilla pertenecieron al período Formativo Medio.
Ha sido comprobado que esta cultura practicaba la deformación craneana en sentido vertical y occipital, ya que se han encontrado varias figuras antropomorfas en las que se presenta esta desfiguración además que dos esqueletos con esta característica. Se conoce que estas prácticas de deformación se las realizaba cuando el individuo estaba con vida y durante sus primeros años de vida, arqueólogos creen que realizaban este rito para captar cualidades sobrehumanas y para marcar un status social.
Las características más notables de la cerámica de Machalilla es la aparición de las botellas de asas en forma de estribos y como ya lo mencioné anteriormente las figuras antropomorfas; las mismas que eran decoradas con un egobe rojo (“pintura” roja). Las figurillas tienen un rostro redondo donde predominan los ojos en forma de “grano de café”. Podemos también observar que la pasta de la cerámica es más fina que en Valdivia, también la superficie de las vasijas y figuras son más pulidas y alisadas.
La cultura Machalilla, al igual que Valdivia, se dedicó a la agricultura, caza y pesca como método principal de subsistencia. Sus entierros cambiaron un poco ya que a los cadáveres los colocaban debajo de una reproducción de cerámica de un caparazón de tortuga como fueron encontrados en el gran cementerio de Salango.
Cultura Chorrera

Su datación es de 1500 a C al 500 a C. y ocupó las provincias del Guayas, Los Rios, Manabí y Esmeraldas, y logró además, una gran expansión cultural prácticamente en todo el territorio ecuatoriano, por lo que se la considera un pilar fundamental en la creación de nuestro sentido de nacionalidad.
Por su riquísima expresión artística representada especialmente en su cerámica, se puede afirmar que Chorrera llega a constituir lo más sobresaliente de la estética y el arte en el periodo Formativo.
Su núcleo original geográfico se ubica en la actual provincia de Los Rios, en el sitio La Chorrera, en la ribera oriental del río Babahoyo, lugar en el que, en el año de 1954, Estrada, Evans y Meggers, con la valiosa información proporcionada por Francisco Huerta Rendón, realizaron los primeros estudios sistemáticos y en sus informes dieron a conocer la gran importancia arqueológica del descubrimiento.
Se considera que el arte de Chorrera tuvo una gran difusión e influencia en otras regiones del Nuevo Mundo. Su alto desarrollo estético y técnico era, sin lugar a dudas, el resultado de la gran tradición de la cerámica de las culturas que la antecedieron, es decir cultura Valdivia, cultura Machalilla y en los altos Andes, Cerro Narrío. Dos mil años de tradición artística que darán como resultado, en Chorrera, logros espectaculares en el diseño, decoración y tratamiento de formas y superficies en recipientes y figurillas desarrolados por los alfareros chorrenses.
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Sorprende la riquísima representación en recipientes cerámicos de las formas diversas de su entorno natural como frutos, animales, aves, que actualmente constituyen un verdadero catálogo visual de la riqueza ecológica de ese antiquísimo paisaje. La vida cotidiana de los chorreranos también ha sido retratada en la cerámica: sacerdotes, músicos, remeros, danzantes, acróbatas han sido capturados y casi "fotografiados" en la ductilidad de la arcilla.
La cultura Chorrera también se destaca por el excelente manejo de la lítica, material con el que confeccionaron collares de cristal de roca compuestos por piezas perfectamente talladas y pulidas, trabajo en el que se debió haber utilizado una avanzada tecnología, si consideramos que el cristal de roca tiene una dureza similar al del diamante.
También emplearon otros minerales como el lapislázuli y la obsidiana o vidrio volcánico. Estos tres materiales no se encuentran en forma natural en las, zonas ocupadas por Chorrera, por los que se deduce que para proveerse de esos minerales los chorreranos tuvieron que practicar un comercio a gran distancia, posiblemente con zonas de la Sierra central y norte para la provisión de la obsidiana, y con el Perú y Chile para obtener el lapislázuli.
El tratamiento y pulido de las superficies en la cerámica de la cultura Chorrera llega a un nivel de alta perfección. Una técnica que sorprende por su delicadeza estética y lo fascinante de los efectos visuales, es el tratamiento iridiscente que constituye la aplicación de un color brillante que al contacto con el agua, como en un proceso mágico, destaca los diseños estilizados trabajados en la superficie.
En el finísimo acabado de las superficies cerámicas se ha empleado por lo general el engobe rojo, crema y los negros brillantes conseguidos con fuego reducido.
Las famosas botellas silvato desarrollada en Chorrera, constituyen verdaderos registros sonoros de la exuberante y multicolor ornitología de la zona tropical. El aire atrapado en el interior de la botella, era presionado al introducir agua y pasaba por la cámara de un sílbalo construído estratégicamente en la parte superior del cuerpo del recipiente.
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Por medio de algunas piezas cerámicas en las que se representan casas, se puede tener una aproximación del tipo de arquitectura en Chorrera que estaba constituida por plantas redondas y rectangulares con paredes verticales y con techos a dos aguas.
La representación humana se encuentra presente en algunas figurillas, las cuales llegan hasta los 40 cm de alto, trabajadas mediante la uníon de dos mitades en las que generalmente la frontal era realizada en un molde. Sus cabezas grandes presentan un gorro en forma de casco. El rostro tiene ojos prominentes y rasgados.

Cultura Valdivia


  Valdivia es una cultura arqueologica precolombina que se desarrolló entre el 3500 y el 1800 a.C. en la costa occidental del Ecuador. Se la encuentra principalmente en la Península de Santa Elena, (Guayas) y tambíen en el estuario del Guayas, en los Ríos, Manabí y el Oro.
Historia
El desarrollo de la cultura valdiviana dio paso en la misma región a la cultura Machalilla y muchos de sus elementos culturales, como la cerámica, se difundirían rápidamente hacia las áreas vecinas. La gente de esta cultura fueron ceramistas que fabricaron figurillas femeninas, las más antiguas de piedra y luego de barro, aveces sencillas y otras mas elaboradas, eran objetos relacionados con la feryilidad y la salud.
Organización social
Como el resto de las sociedades de la época, la cultura valdiviana tendría una organización de tipo tribal. Regulaban su vida a través de relaciones de reciprocidad y lazos de parentesco, que aseguraban la supervivencia del grupo. Es posible que contaran con jefes y especialistas en las relaciones con la esfera sobrenatural. Un buen resumen de la arquitectura formativa y de los poblados tempranos que puede ser de interés para el lector fue escrito hace pocos años por Echeverría (1998). La presencia de entierros debajo del piso arcilloso de las chozas residenciales es bastante característico de muchas sociedades agrícolas. En efecto, los entierros sirven como títulos de propiedad que indican cual linaje es dueño de la propiedad. Quizás los valdivianos hacían lo mismo. En muchas sociedades agrícolas en este nivel de desarrollo en el mundo, la propiedad pertenece a las mujeres y los linajes se definen por el lado femenino ("sociedad matrilineal"). La presencia de una "matriarca" en entierro muy especial en el montículo del osario de Real Alto posiblemente refleje una organización matrilineal para la cultura valdiviana.
Este mismo entierro sugiere algo más que un simple sistema matrilineal, porque esta mujer recibió atención muy especial. Primero, su tumba fue recubierta por piedras de moler. Luego, a los pies fue enterrado un hombre degollado y descuartizado, evidencia de un posible sacrificio en honor a la mujer. Tercero, hay evidencia de siete entierros secundarios en la misma tumba, probablemente realizados durante distintos ritos posteriores. Otro dato interesando sobre el osario es la presencia de entierros de niños en lo que parece ser recinto muy especial.
Según estas observaciones, la sociedad valdiviana se estaba transformando en una sociedad no igualitaria. Uno de los rasgos del cacicazgo es la concentración de autoridad en manos de herederos, y arqueológicamente se puede observar esta práctica por medio de entierros con víctimas sacrificadas. Un niño con atención tan especial probablemente nació con un rango privilegiado, ya que no tuvo tiempo en la vida para ganar este estatus. En el sitio OGSE-80 de la cultura Las Vegas, se encontraron alrededor de 190 individuos en 61 pozos. A pesar de esta riqueza de evidencia, no hubo ninguna señal ni de desigualdad social ni de sacrificiosbarro, a veces sencillas y otras mas elaboradas,eran objetos relacionados con la fertilidad y la salud.